Con Espíritu Nómade

Entre calmas y temporales

A toda vela

A toda vela

LLueve, sopla, truena…¿Habrá algún amigo allá afuera?  Ahora, con el barco atado firmemente a la marina, la tensión para y se transforma en emotividad. ¿Quién será el pobre que estará tratando de llegar con este viento?  ¿Quién estará luchando contra el cansancio corporal y bailando entre viento y olas, tratando de llegar a alguna tierra protegida? ¿Quién vivirá en carne propia las historias que tanto se cuentan de estos mares?
Nosotros no.

Esta vez tuvimos un cruce tan tranquilo que me hizo acordar a los preparativos de Padre cuando navegábamos de niñas en “Pandorga”, que se metía en la radio frecuencia de Ezeiza y escuchaba durante días y días los pronósticos, tomaba notas, trazaba cartas y decidía salir ese preciso día.  ¡Cómo nos costaba esperar escuchando esa voz robótica que decía: “cirrustratus, stratocumulus, cumulonimbus…”!  Pero siempre fueron navegadas tranquilas y agradables, mas bien memorables por el salamín con queso o el chocolate que por los fuertes vientos.  En este viaje faltó el salamín y el chocolate…Es que pensando en fuertes vientos y altos paredones de olas rompientes llenamos el barco con comidas casi instantáneas: sopitas chinas, polenta, couscous, latas de salmón, tés de hierbas y 7up para los estómagos ácidos…  Nada de eso usamos y tuve que recurrir a mis más desarrolladas habilidades culinarias para mantener a la tripulación contenta.

Disfrutando el momento

Disfrutando el momento

Este Mar nos desafió con calma y a veces la calma es peor que las tormentas.  Cuando hay calma no hay necesidad de unión en pos de la supervivencia,  cuando hay calma todos están despiertos esperando ser atendidos, cuando hay calma los tiempos se alargan y las esperas se agonizan.  Cuando hay calma todo parece quedar en un standby eterno, en una quietud interminablemente agotadora, dónde es imprescindible que la armonía prevalezca.  Entonces te preguntás:  ¿Qué preferís las calmas o los temporales?  Y nunca sabés qué contestarte.  Lo que querés es estar firmemente atado al reparo de una tierra protegida, preferentemente desconocida. Y acá estamos, atados firmemente al reparo de una tierra desconocida.  Agradecidos, impresionados, excitados ante la nueva promesa de civilización y cultura que Nueva Zelanda nos propone.Follow us

4 thoughts on “Entre calmas y temporales

  1. El Sapo Heras

    Me gustó mucho eso de “Desde que estamos navegando no encontramos mejor lugar que éste” un concepto muy budista de disfrutar el momento y lo que uno hace en ese preciso momento. Veo que la sabiduría los ilumina.
    Quizás el concepto gatafloreando no sea el más adecuado, yo me rijo más bien pro el «efecto melón” (o en inglés que suena más marketing: The melón effect!). Claro que en un “corcho” que está en el agua – y que no tiene ni izquierda ni derecha ni adelante ni atrás y donde no hay muchos melones – , quizás sea más complejo de comprender el profundo secreto y la sabiduría infinita que encierra el concepto del efecto melón. Los dejo meditar disfrutando de este concepto “new age” que a mí, me ilumino el camino de la vida.
    Entretanto, mis queridos nómades, como decía el maestro, guía y filósofo Tato Bores, a disfrutar de la nomadez, vermouth con papas fritas y good show!

  2. El Sapo Heras

    Primero me alegro que estén bien y frente a un nuevo desafío cultural. Me han contado que los recibieron con un “Welcome to New Zeland” en el medio del mar. Y si, el gran hermano está en todos lados.

    Yo de barcos no se mucho (más bien nada) pero tu conclusiones de la antítesis Calma/tormenta so muy elocuentes y se pueden extrapolar sin problemas al mundo que nos rodea. Se puede resumir con mucha sabiduría en el paradigma popular de la Gata Flora. No es ninguna crítica, solo constato un hecho con el que convivo a diario.
    Quiero contribuir a esta travesía con mi propio Welcome to New Zeland!!! Y que sigan tan bien y compartiendo con nosotros (viles y mundanos rutinarios mortales) sus viajes y experiencias.

    Un saludo desde el país de la estabilidad (donde el gobierno decidió no tener universidad para asegurarse que el elemento “desestabilizador” de la sociedad – los estudiantes– no perturbara la suave y tranquila paz de los mercados financieros)
    Suerte con los exámenes del resto de la tripulación.

    1. Carolina Mouzo Post author

      Brindo por La Gata Flora! Y,¿te cuento un secreto? Desde que estamos navegando no encontramos mejor lugar que éste – flotando arriba de un corcho- para estar en vez de… “Gata Flora Style”! Así que, habrá que ir Gata Floreando hasta encontrar el lugar y la situación terrenal que calce perfectamente con uno como guante! Y después habrá que capear los temporales que la Gata Flora nos presente a su paso…
      ¿Cuál será la definición de un país estable? ¿Será por eso que lo son?
      Suerte con los mercados financieros y miles de besos y abrazos desde la inestabilidad, impredictibilidad e inseguridad de la familia nómade.

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